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Pérgolas

La Pérgola es un techo retráctil el cual se abre o se cierra en forma de pliegues, permitiéndole disfrutar de sus espacios exteriores.

Este producto puede ser fabricado en dos clases de tejidos especiales para aplicaciones exteriores:

* Telas 100% acrílicas especiales para uso exterior, extremadamente durables y resistentes a los rayos UV.

* Membranas Bioclimáticas, que ayudan a controlar la temperatura en lugares donde hay una alta exposición al calor, ofreciendo un balance óptimo entre temperatura, visibilidad y luminosidad.

La Pérgola Romana puede elaborarse en tres tipos de presentaciones:

Cuatro Arcos: Es ideal para espacios libres ya que se sostiene sobre su misma estructura.

Pared a Arco: Aplica cuando se va a instalar a una pared. Solo lleva columnas frontales.

Pared a Pared: La estructura se instala entre dos paredes, por lo cual no tiene columnas verticales.

La Pérgola Romana puede ser accionada de manera manual o motorizada a través de un control remoto.

Para evitar el deterioro del producto se recomienda:

* Limpiar habitualmente el tejido para protegerlo contra la formación de moho, causado por la acumulación de polvo y otros residuos. Por lo que se recomienda una vez al mes, remover la suciedad con un cepillo de cerdas suaves.

* Evitar el uso de soluciones químicas, solventes o abrasivos ya que estos pueden causarle daños al producto.

* Si se tienen árboles cerca, la frecuencia del mantenimiento habitual deberá ser mayor, removiendo las hojas de los árboles cada vez que se posen sobre el tejido para evitar que éstas lo manchen.

* Si la tela en la que fue fabricado el producto es de color claro, este lavado se deberá hacer como mínimo una vez cada tres meses. En zonas costeras el lavado deberá hacerse cada dos meses y si está instalado en un barco, se deberá hacer cada vez que la embarcación salga al mar.

* No recoja el producto mientras se encuentre húmedo. En situaciones excepcionales hágalo teniendo la precaución de desenrollarlo o abrirlo lo antes posible para su secado.

* Mínimo dos veces al año, limpie su producto con una solución jabonosa suave de PH neutro disuelta en agua tibia, restregando el tejido de manera suave, con un cepillo de cerdas suaves y aclárelo con agua hasta eliminar cualquier residuo de jabón sobre el tejido. Finalmente deje secar el tejido antes de recogerlo.

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